Llevamos varios ejercicios viendo como muchos riesgos complejos y de elevada exposición han sufrido drásticas reducciones de capacidad por parte del mercado asegurador. Más allá de una necesaria readecuación de los términos y condiciones en sus contratos de seguro, muchos clientes de diversas industrias y tamaños se han visto avocados a auto asegurarse o a buscar soluciones alternativas para la transferencia de sus riesgos.
Un ejemplo de ello es la industria alimentaria, la cual se enfrenta, junto con el sector asegurador, a una serie de retos importantes, derivados principalmente de la elevada siniestralidad histórica y acrecentados por otros factores, como el precio de la energía, los problemas en la cadena de suministro de materias primas o la inestabilidad geopolítica y económica. Este entorno ha llevado a muchas compañías de seguros a replantearse sus políticas de suscripción con sustanciales incrementos de las condiciones económicas, así como a una reducción importante de la capacidad disponible. De hecho, bastantes de ellas han dejado de suscribir esta actividad a pesar del peso tan significativo que tiene el sector de la alimentación en la economía española.
Sergio Calvo
General Property Portfolio Manager de BHSI
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