Diego Rodríguez Vázquez, Cyber Senior Underwriter – Spain & Portugal – MM de Chubb, informa en su artículo para INESE, sobre cómo ser capaces de perturbar considerablemente las operaciones, y a veces suponiendo un impacto financiero importante, los riesgos de ciberseguridad son ya una amenaza crítica para las empresas, y además están en un imparable crecimiento exponencial.
Comprender las amenazas y la ejecución de estos ataques puede ayudar a tu organización a defenderse de los ciber incidentes, y a fomentar la proactividad de cara a una futra defensa con el fin de paliar los mismos.
El ‘efecto dominó’
Antes de ser las víctimas, las empresas no suelen ser conscientes de que un incidente cibernético podría conducirlas a una espiral sin solución. A medida que todos los sectores se ven cada vez más afectados, los costes de reparación para este tipo de incidentes aumentan a un ritmo alarmante.
- Primer escenario: la pérdida de negocios. Una vez que los sitios web, o los sistemas informáticos de una organización quedan inutilizados por un ciberataque, las tiendas que poseen e-commerce o negocios online, seguramente se vuelvan inaccesibles para los clientes, y puede que las transacciones sean imposibles de procesar. Los puntos de venta físicos seguirían operativos, pero si la infraestructura digital falla, los clientes se irán a la competencia.
- Segundo escenario: la pérdida de clientes y de reputación. El robo de datos personales puede mermar la confianza de los clientes, generando un daño reputación importante con un fuerte impacto de imagen y marca. Una violación de datos suele ir acompañada de una cobertura mediática poco halagüeña, que daña la reputación de la marca, con consecuencias aún más desastrosas para la fidelidad de los clientes.
- Tercer escenario: los gastos de recuperación y mejora. Tras cualquier incidente de ciberseguridad, restaurar los datos digitales, el software y los sistemas informáticos -por no hablar de la reputación- requiere tiempo, dinero, personal y, a menudo, costosos recursos externos.
- Cuarto escenario: los gastos jurídicos y los costes de liquidación. Un ciberataque que afecte a clientes, proveedores u otras partes interesadas suele tener consecuencias legales para una empresa. Defender a una organización ante los tribunales puede ser muy costoso y llevar mucho tiempo.