El último Estudio de Gestión del Riesgo de Crédito elaborado por Crédito y Caución e Iberinform refleja que las empresas continúan operando en un contexto complejo marcado por demoras en los pagos y una presión creciente sobre su liquidez. Según los resultados, casi la mitad de las compañías encuestadas supera los 60 días en el cobro de sus facturas, una práctica que se aleja de los plazos establecidos en la Ley 15/2010 y de las recomendaciones europeas.
El análisis muestra que solo un 53% de las organizaciones trabaja dentro de los límites legales, mientras que apenas un 11% logra situarse en el objetivo de 30 días propuesto por la Comisión Europea. Esta realidad obliga a muchas empresas a flexibilizar sus exigencias: el 78% reconoce que se ve forzado a aceptar plazos más largos para no perder clientes, un fenómeno especialmente acusado en grandes compañías y pymes.
A ello se suma un deterioro en la percepción de solvencia del tejido empresarial. Más de la mitad de las empresas encuestadas identifica signos de dificultades financieras entre sus clientes, mientras que los retrasos deliberados en los pagos continúan en aumento. El sector público tampoco escapa a esta dinámica: cerca del 48% de sus proveedores declara trabajar con plazos superiores a los que considera asumibles.
El informe subraya que este escenario prolongado de morosidad supone un riesgo relevante para la estabilidad financiera de las organizaciones, incrementando la necesidad de contar con políticas sólidas de gestión del crédito comercial y herramientas que permitan anticipar y mitigar posibles impagos.
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