Victoria Roberts-Mills, nombrada Jefa Global de Transición Energética en AXA XL, analiza algunas de las oportunidades para que la comunidad de seguros se convierta en líder y promotora de una transición viable. Asegurar una transición energética global justa requiere inversión en infraestructura, reconstrucción e innovación en nuevas tecnologías y sistemas energéticos. En un evento a nivel de mercado en Londres en septiembre, organizado por AXA XL y reuniendo a expertos de la industria energética, inversiones, seguros y académicos, los panelistas reconocieron el enorme esfuerzo intersectorial necesario para que la transición se materialice.
Se necesitará una gran reasignación de capital para lograr lo que, en palabras de uno de los panelistas, será el cambio más transformador desde la Revolución Industrial del siglo XVIII.
De hecho, los miembros del panel sobre `El Nuevo Sistema Energético’ en el evento de Londres destacaron la importancia del papel del seguro, señalando que la cobertura es necesaria para dar credibilidad a los proyectos y respaldar la innovación en toda la línea.
Ya sea para empresas energéticas establecidas que pasan de métodos tradicionales de producción de petróleo y gas a procesos más sostenibles y eficientes, empresas que han dependido históricamente en gran medida de los combustibles fósiles y buscan pasar a fuentes de energía alternativas, empresas energéticas que desplazan parte o toda su atención hacia la energía renovable o startups que desarrollan nuevas tecnologías.
Mientras que algunas de estas tecnologías pueden sentirse nuevas, ya hay una enorme experiencia que se puede aplicar para evaluar, comprender y suscribirlas. Aquí se tiene que trabajar con clientes y corredores para obtener la mayor comprensión posible sobre las oportunidades y riesgos inherentes en estos desarrollos y encontrar formas de ayudar a evaluar, gestionar y transferir esos riesgos.
Hace algún tiempo, AXA XL creó una serie de grupos de mejores prácticas para permitir que suscriptores y ingenieros de construcción y energía compartan conocimientos y trabajen para comprender algunos de estos cambios, para poder evaluar y, en última instancia, ofrecer soluciones de seguros para ellos.
Esto nos permitirá utilizar esta experiencia, en todas las regiones, para adaptar el conocimiento del riesgo y la transferencia a desarrollos tecnológicos individuales y proyectos energéticos complejos e integrados.
Otro aspecto clave de nuestra estrategia es reunir las capacidades completas del grupo AXA para satisfacer las necesidades de los clientes en el viaje de transición energética.
Hay numerosas formas en que se puede aprovechar la experiencia de todo el grupo global, ya sea a a través de las Soluciones de Riesgo Estructurado de AXA XL o los equipos de Riesgo Político, Crédito y Bonos de AXA Investment Managers, entre otros. Gran parte de la transición es, y seguirá siendo, ayudar a los clientes en su viaje para reducir las emisiones.
