Según el informe de Aon sobre desastres naturales de 2023, se ha observado un preocupante aumento en las pérdidas económicas y humanas a nivel global. Las olas de calor extremo han cobrado un alto precio, con más de 16,000 muertes registradas en todo el mundo. Además, se reportaron al menos 37 desastres con costos superiores a mil millones de dólares, estableciendo un nuevo récord histórico en términos de impacto financiero. Esta tendencia refleja la creciente vulnerabilidad de las comunidades ante eventos climáticos extremos.
El documento también destaca que la brecha de protección global se ha ampliado, con la mayoría de las pérdidas en regiones como Europa, Asia y las Américas sin estar aseguradas. Esta falta de cobertura expone a las poblaciones a un mayor riesgo y resalta la necesidad urgente de medidas para fortalecer la resiliencia ante desastres naturales. La importancia de abordar esta brecha de protección y proteger vidas y activos en un entorno cada vez más volátil se vuelve evidente a la luz de estos hallazgos alarmantes.
El año 2023 se ha catalogado como el más mortal desde 2010, lo que subraya la urgencia de tomar medidas concretas para mitigar los impactos de los desastres naturales. Con un enfoque en la prevención y la preparación, se busca reducir la vulnerabilidad de las comunidades y fortalecer la capacidad de respuesta ante eventos extremos. Este informe sirve como una llamada de atención para la acción inmediata y la colaboración global en la construcción de un futuro más resiliente y seguro para todos.
Para ver un pequeño video resumen sobre el informe accede al siguiente enlace, «Tres lecciones sobre el clima y las catástrofes para 2024»