Greg Bangs SVP, Crime Regional Leader – North America en AXA XL, nos informa, en el artículo, sobre la delincuencia durante la crisis y el auge del fraude en pandemia.
A los delincuentes les encanta aprovechar las buenas oportunidades. Por desgracia, la pandemia mundial les ha proporcionado muchas de ellas.
Utilizando estratagemas sobre las pruebas de COVID-19, las vacunas o las solicitudes de donaciones para los afectados por la pandemia, los delincuentes digitales intentaron aprovecharse de las debilidades de las personas y de las vulnerabilidades de las empresas para obtener beneficios económicos. Se aprovecharon de los puntos débiles de las plantillas que cambiaron rápidamente al trabajo en remoto, tratando de pillar a los empleados con la guardia baja e incitándoles a dar acceso a información personal y financiera o a firmar el acceso a las redes de la empresa.
Por supuesto, los delincuentes se dirigieron a sectores clave, especialmente a aquellos que se vieron rápidamente afectados por la propagación de COVID, como la sanidad, las organizaciones de cooperación, las empresas de servicios médicos, la industria, el transporte, la administración pública y las instituciones educativas. Ahora, se espera que los malos actores pongan sus ojos en otras industrias, desde Bienes y Servicios de Consumo hasta Viajes y Hostelería y Comercio Minorista, a medida que se recuperan tras los cierres y siguen lidiando con la escasez de personal.
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