En un contexto en el que la transición hacia una economía net-zero triunfa sobre los discursos y asume exigencia real, emerge una barrera crítica que no siempre queda suficientemente visible: la falta de seguros adecuados y accesibles que respalden esta transformación. El reciente informe de FERMA “Insuring the Transition – The Issues Confronting Risk Managers” (1 de septiembre de 2025) pone de relieve cómo muchas empresas europeas, aun con objetivos de sostenibilidad, están viendo ralentizados o amenazados sus proyectos por carencias en el mercado asegurador.
¿Qué revela el informe de FERMA?
Persisten las brechas clave de cobertura
Aunque FERMA ya había alertado en 2022 sobre las dificultades del seguro para acompañar la transición (“white paper Insuring the Transition”), el panorama hoy no muestra grandes avances. Las empresas siguen enfrentándose con incertidumbres normativas y sociales, un mercado que reacciona más por presión regulatoria que por las verdaderas necesidades de los clientes.
Tecnologías críticas para el futuro —solar (especialmente offshore), parques eólicos, baterías de litio, e hidrógeno— suscitan dudas en los aseguradores. La baja disponibilidad de datos sobre pérdidas pasadas, riesgos emergentes y escenarios futuros encarece la valoración de los riesgos y conduce a limitaciones o exclusiones generalizadas.
Exclusiones amplias y precios elevados
En numerosos casos, los seguros aplican exclusiones “industria-amplias” (es decir, para todo un sector) sin tener en cuenta las diferencias reales entre compañías o proyectos. Un ejemplo que destaca FERMA: plantas de reciclaje que trabajan con dispositivos con baterías de litio tienen mayores riesgos de incendio, pero, aun cuando implementan medidas de prevención, les resulta difícil encontrar pólizas asequibles. Sólo las empresas grandes o muy maduras en gestión de riesgos consiguen hacerlo —y siempre pagando más.
Escasez de datos y capacidad técnica para evaluar riesgos emergentes
El seguro tradicional se basa en pérdidas históricas. Pero muchas de las tecnologías clave para la transición no tienen aún un historial de siniestralidad claro ni suficiente seguimiento. Por eso los aseguradores muestran poca capacidad para suscribir esos riesgos —o sólo lo hacen bajo condiciones muy exigentes.
Llamados a la acción del informe
FERMA no se queda en el diagnóstico: propone varias líneas de acción para que el seguro deje de ser un freno y pase a ser un habilitador de la transición:
- Colaboración temprana entre aseguradores, mediadores y empresas: compartir información desde las fases de diseño de los proyectos para anticipar los riesgos y generar datos útiles. Esto incluye adoptar esquemas sectoriales para compartir datos límpios, agregados, que permitan calibrar mejor los riesgos emergentes.
- Desarrollar competencias técnicas y capacidades de ingeniería en las aseguradoras, para evaluar los riesgos antes de que se materialicen. No sólo reaccionar ante siniestros, sino anticiparlos.
- Evitar exclusiones generalizadas y precios arbitrarios, reconociendo que cada proyecto tiene su perfil, sus medidas preventivas, su contexto. Incentivar la mitigación del riesgo y valorar la madurez en gestión de riesgos como un criterio diferenciador.
¿Por qué es importante para España y para los gerentes de riesgos?
- Las empresas españolas que apuestan por la sostenibilidad, la circularidad, las energías renovables o el hidrógeno podrían encontrarse con barreras similares: seguros caros, limitados, o con términos poco previsibles.
- Los gerentes de riesgos tienen un papel clave: pueden trabajar internamente para documentar bien los proyectos, aplicar buenas prácticas en prevención y mitigación, recopilar y cuantificar riesgos emergentes, y negociar con aseguradores con argumentos técnicos sólidos.
- Las autoridades y reguladores también pueden hacer su parte: promover esquemas de transparencia, incentivos para quienes implementen medidas de mitigación, fomentar normativas de riesgos climáticos, exigir estándares mínimos de asegurabilidad para tecnologías nuevas. un recurso político y económico estratégico para consolidar la cohesión europea y reforzar su influencia global.
Para concluir
El informe de FERMA nos recuerda algo fundamental: la transición net-cero no es solo un desafío tecnológico o regulatorio, es también un reto del mercado de seguros. Si el seguro no evoluciona, muchas inversiones verdes quedarán paralizadas o serán demasiado arriesgadas. Pero también muestra la vía: más colaboración, mejores datos, mayor capacidad técnica, y una visión más flexible y proactiva del riesgo.
En AGERS, desde nuestra experiencia en gerencia de riesgos y seguros, vemos este informe no solo como un llamado, sino como una oportunidad para actuar: acompañar a las empresas, influir en el mercado asegurador español, incorporar criterios de transición y sostenibilidad como parte integrante del riesgo asegurado, y promover que el seguro deje de ser un gasto obligatorio para convertirse en una palanca para la innovación, la resiliencia y la sostenibilidad.
Fuentes
- FERMA, Insuring the Transition: The issues confronting Risk Managers, Brussels, 2025.
- ferma.eu –https://ferma.eu/publications/insuring-the-transition-the-issues-confronting-risk-managers/–



