Las empresas francesas se enfrentaron, en enero, a una dura temporada de renovación. Se manifestó no sólo en términos de precios más altos y condiciones más duras, sino también en un mayor escrutinio de sus riesgos por parte de sus socios aseguradores.
Según Jean Rondard, codirector de corretaje de riesgos corporativos de WTW en Francia, la mayor selectividad mostrada por los suscriptores ha obligado a los compradores y a sus corredores a trabajar más en sus cuentas. «Las aseguradoras han revisado sus procesos de suscripción y podemos decir que, hoy en día, cualquier renovación es una suscripción de seguros totalmente nueva», dijo a CRE desde Deauville (Francia), mientras los gestores de riesgos franceses se reúnen para la conferencia anual de AMRAE. «Equivale a una refundación del proceso de suscripción».
Los suscriptores quieren ahora más datos, ya que buscan tomar decisiones basadas en hechos y números concretos. En consecuencia, la calidad de la información y la estructura de su presentación se han convertido en un requisito básico, así como el acceso a la analítica de datos. Por ello, las aseguradoras son cada vez más exigentes, además de subir los precios, reducir los límites y endurecer las condiciones por tercer año consecutivo.
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