El 27 de septiembre de 1958 quedó marcado en la historia de Azores, Portugal, cuando el volcán de los Capelinhos entró en erupción, desencadenando una serie de eventos que dejaron una profunda huella en la isla de Faial y en la conciencia de la comunidad. Después de 12 días de temblores continuos y más de 200 terremotos, la erupción submarina comenzó con el hervor del agua marina cerca de la Punta de los Capelinhos. La actividad aumentó rápidamente, generando explosiones y expulsando chorros de cenizas y lava. A medida que la erupción se calmó, la isla de Faial experimentó una ola de emigración debido a la devastación, lo que resalta la importancia de una cobertura de seguro adecuada ante estos desastres naturales.
La erupción del volcán de los Capelinhos no solo dejó su impacto visual en forma de nuevos islotes y paisajes modificados, sino que también resaltó la necesidad de una protección financiera robusta contra eventos volcánicos y sísmicos. Aunque en la actualidad no existe en Portugal un fondo de catástrofes específico o cobertura obligatoria para estos fenómenos naturales, el mercado de seguros privados juega un papel crucial. Los daños materiales y el lucro cesante provocados por erupciones y terremotos generalmente se encuentran cubiertos en las pólizas de seguros de bienes patrimoniales, con la cobertura de fenómenos sísmicos y el seguro de pérdida de beneficios como opciones relevantes.
Sin embargo, la brecha de protección es notable, especialmente en zonas de alta exposición como las Islas Azores. La baja percepción del riesgo, los costos relativamente altos de estas coberturas y la reticencia de algunas aseguradoras a suscribir riesgos sísmicos y volcánicos, han resultado en una penetración limitada de esta protección en la comunidad. La posibilidad de crear un fondo público-privado y establecer la contratación obligatoria de estas coberturas podría ser una vía para reducir esta brecha y mejorar la protección financiera de las personas y las propiedades en Portugal.
La erupción del volcán de los Capelinhos sigue siendo un recordatorio impactante de la naturaleza impredecible y el poder destructivo de los fenómenos naturales. A medida que la comunidad reflexiona sobre este evento histórico, se hace evidente que la preparación y la protección financiera adecuada a través del seguro son esenciales para mitigar los impactos económicos y sociales de tales desastres naturales.
Fuente: Nuno Rodrigues, Director de Seguros de Bienes e Ingeniería MDS Group. ConsorSeguros