El último Global Insurance Report 2025 de Allianz confirma que el sector asegurador mundial sigue creciendo de forma sólida, impulsado por un entorno global caracterizado por la incertidumbre, los riesgos sistémicos y la creciente necesidad de protección. Desde AGERS, analizamos las claves de este informe y sus implicaciones para la gerencia de riesgos.
Un Crecimiento global impulsado por la Inestabilidad
En 2024, el sector asegurador global registró un crecimiento del +8,6%, superando el +8,2% del año anterior. Esto se tradujo en 557.000 millones de euros adicionales en primas, alcanzando un volumen total de 7 billones de euros. Este crecimiento se produce en un contexto en el que la protección frente a eventos inciertos –ya sean naturales, sociales o tecnológicos– se vuelve cada vez más prioritaria para empresas y particulares.
Vida: El motor de crecimiento global
El ramo de vida creció un +10,4%, siendo el más dinámico en 2024. Destaca Norteamérica (+14,4%), impulsada por el atractivo de las rentas vitalicias ante tipos de interés elevados. En Asia, liderada por China (+15,4%), también se ha producido un crecimiento acelerado, asociado a la creciente necesidad de ahorro privado por razones demográficas. A diferencia del ramo P&C, el mercado de vida presenta una distribución más equitativa entre regiones, con Asia captando más de un tercio de las primas globales.
Daños y Patrimoniales (P&C) y salud, una becha que se traducirá en expansión
El ramo de P&C experimentó un crecimiento del +7,7%, con Norteamérica como mercado dominante (+8,2%). Europa Occidental creció un +6,0%, mientras que Asia se mantuvo por debajo (+4,0%). Este ramo sigue siendo clave para las empresas, particularmente en la gestión de riesgos relacionados con activos, infraestructuras y catástrofes naturales.
Por otro lado, el seguro de salud creció un +7,0%, con un papel protagonista de Asia (+12,6%), donde la baja penetración de seguros de salud (inferior al 1% del PIB en la mayoría de los países) anticipa un alto potencial de desarrollo. La calidad y cobertura de los sistemas públicos de salud son determinantes clave de esta demanda, especialmente en mercados emergentes.
El informe advierte que las tensiones geopolíticas, la fragmentación económica y los riesgos como el cambio climático o los ciberataques pueden limitar el crecimiento económico y, por tanto, las primas. Sin embargo, estos mismos factores también generan una mayor demanda de protección y soluciones de gestión de riesgos, lo que podría compensar parte del impacto.
Europa: Potencial de crecimiento aún por desarrollar
En Europa, Allianz proyecta una perspectiva más positiva para 2025, especialmente en el ramo P&C. Dos factores clave explican este repunte:
- El esperado aumento en la inversión en infraestructuras y defensa.
- La creciente frecuencia de catástrofes naturales, que requerirá una mejor cobertura aseguradora.
Actualmente, la penetración del seguro P&C en Europa es del 2,5%, frente al 4,4% en EE. UU., lo que indica un amplio margen de mejora. Se espera un crecimiento del +4,2% anual en primas P&C europeas, 0,6 puntos más que la previsión anterior.
Perspectivas globales hasta 2035
El informe estima que el mercado asegurador global crecerá a una tasa anual media del +5,3% durante la próxima década, superando el ritmo del PIB mundial. Las proyecciones por segmento son:
- Vida: +5,0% anual (con Asia y China como motores)
- Salud: +6,7% anual (con fuerte impulso en Asia)
- P&C: +4,5% anual (crecimiento sólido en casi todos los mercados)
En total, se espera una expansión del mercado de 5,3 billones de euros en primas hasta 2035. Más de la mitad de este crecimiento se generará en Asia, especialmente en el segmento de vida.
Desde AGERS, subrayamos que el crecimiento del sector asegurador no puede sostenerse únicamente como reacción a la inacción política. La falta de reformas estructurales –ya sea en pensiones, sanidad o adaptación climática– está trasladando una carga creciente al sector privado. El seguro no debe ser el «taller de reparaciones» de las fallas del sistema.
La transformación climática y digital, combinada con el envejecimiento de la población y los nuevos riesgos tecnológicos, exige una visión estratégica e integrada. El sector asegurador tiene un papel crucial, pero es imprescindible reforzar la colaboración público-privada y fomentar una auténtica cultura de prevención y gestión de riesgos.