El informe “2025: El conflicto como una nueva realidad global y tendencias disruptivas” de International SOS, publicado en diciembre, analiza cómo las tensiones globales, los cambios políticos y los avances tecnológicos remodelarán el panorama internacional en el corto plazo. Este documento ofrece un diagnóstico detallado sobre los factores que configurarán un entorno de mayor incertidumbre, al tiempo que proporciona recomendaciones estratégicas para ayudar a las organizaciones a prepararse ante estas complejidades emergentes.
Uno de los principales puntos del informe es la intensificación de los conflictos internacionales. Las disputas por territorios y los esfuerzos por consolidar el liderazgo global reflejan un sistema internacional que avanza hacia una multipolaridad creciente. Este cambio implica que el poder ya no está concentrado en unos pocos actores globales, sino que se distribuye entre varias potencias, lo que da lugar a tensiones geopolíticas más pronunciadas.
Regiones como Asia-Pacífico, el Medio Oriente y partes de Europa serán escenarios críticos de estas disputas, mientras que los enfrentamientos indirectos, como la competencia tecnológica y económica entre potencias, también se intensificarán. Esto no solo afectará a los gobiernos, sino que impactará directamente a las empresas, que deberán navegar un entorno cada vez más politizado y regulado.
El 2024, calificado como un “super año electoral”, dará lugar a nuevos líderes en varias naciones clave. Sin embargo, estos mandatarios se enfrentarán a un escenario político profundamente polarizado. Según el informe, la fragmentación ideológica dificultará que estos gobernantes traduzcan sus promesas electorales en políticas concretas, lo que podría generar un aumento en la frustración social y una mayor volatilidad política.
Además, los riesgos de protestas, movimientos populistas y desafíos a la estabilidad institucional estarán al alza. Para las organizaciones, esto se traduce en un entorno más complicado para operar, con la necesidad de monitorear activamente los cambios regulatorios y sociales que puedan surgir como consecuencia de esta dinámica.
La inteligencia artificial (IA) continuará revolucionando la economía y la sociedad, pero conlleva desafíos significativos. El informe alerta sobre el uso de la IA para amplificar problemas como la desinformación, que se volverá más sofisticada y difícil de detectar. Esta evolución tecnológica no solo impactará la confianza social, sino también la capacidad de las empresas para gestionar su reputación en un entorno de información contaminada.
Por otro lado, el uso indebido de tecnologías avanzadas podría generar nuevos riesgos cibernéticos y conflictos éticos relacionados con la privacidad y el control de datos. Las organizaciones deberán adoptar enfoques preventivos, invirtiendo en ciberseguridad y promoviendo prácticas éticas para mitigar estos impactos.
International SOS no solo identifica problemas, sino que también proporciona herramientas prácticas para que las empresas puedan anticiparse a los desafíos y proteger sus operaciones en este entorno dinámico:
- Monitoreo constante de riesgos geopolíticos: Las empresas deben fortalecer sus capacidades de análisis de riesgos internacionales para prever cambios en el panorama global y ajustar sus estrategias.
- Construcción de resiliencia organizacional: Esto incluye diversificar cadenas de suministro, establecer planes de contingencia y desarrollar protocolos de respuesta ante crisis.
- Adaptación tecnológica proactiva: Invertir en herramientas de ciberseguridad y capacitar a los equipos para identificar y combatir amenazas tecnológicas y desinformación.
- Fortalecimiento del diálogo social y político: Mantener relaciones estrechas con gobiernos y comunidades para gestionar posibles impactos regulatorios y reputacionales.
El informe de International SOS subraya la necesidad de que las organizaciones adopten un enfoque ágil y estratégico frente a un mundo en constante cambio. Las tensiones geopolíticas, los desafíos tecnológicos y la volatilidad política exigen una preparación integral que combine la capacidad de respuesta inmediata con una visión a largo plazo. En un contexto donde el conflicto parece haberse convertido en una nueva normalidad, las empresas no solo deben proteger sus operaciones, sino también buscar oportunidades para liderar con resiliencia y adaptarse a los cambios. Este informe se presenta como una guía esencial para cualquier entidad que busque navegar con éxito en el complejo escenario global de 2025.
