Aon ha publicado su nuevo informe Client Trends 2025, en el que analiza cómo la interconexión de cuatro megatendencias globales: comercio, tecnología, clima y fuerza laboral, está generando un entorno empresarial cada vez más complejo, volátil e incierto.
El documento no solo identifica los riesgos emergentes, sino que también ofrece una visión estratégica para que las organizaciones puedan anticiparse y adaptarse de forma proactiva a este nuevo panorama global.
Tecnología y comercio: eficiencia e innovación, pero también nuevos riesgos
El informe destaca que la interacción entre la tecnología y el comercio está impulsando una transformación profunda en las cadenas de suministro globales. Innovaciones como la inteligencia artificial (IA) están aumentando la eficiencia operativa, pero también traen consigo riesgos significativos: regulaciones cambiantes, normativas de privacidad, amenazas cibernéticas y tensiones comerciales internacionales.
La IA, en particular, está llamada a desempeñar un papel crucial en la gestión de esta complejidad, permitiendo a las empresas navegar por un entorno regulatorio en constante evolución.
La convergencia entre tecnología e industria del talento está redefiniendo los modelos laborales tradicionales. La IA ya se está integrando en áreas como la selección de personal, el análisis del compromiso de los empleados y la mejora de procesos de recursos humanos.
Este cambio obliga a las organizaciones a replantearse sus estrategias de capacitación y desarrollo, ante la aparición de nuevas competencias necesarias para convivir con herramientas inteligentes.
Clima y fuerza laboral: el bienestar en el centro de la estrategia
El informe también pone el foco en la creciente incidencia de fenómenos meteorológicos extremos, que ya no solo afectan a infraestructuras o cultivos, sino también al bienestar emocional, físico y financiero de los empleados.
La retención de talento, la productividad y la cultura organizacional se ven directamente impactadas por estas amenazas, lo que exige un enfoque holístico de resiliencia corporativa que tenga en cuenta tanto los riesgos ambientales como los humanos.
Por último, el estudio subraya los efectos de la volatilidad climática en el comercio internacional. Las empresas deben anticiparse a disrupciones logísticas, escasez de recursos y daños a infraestructuras, desarrollando estrategias de resiliencia climática que protejan sus operaciones y cadena de suministro.
Una llamada a la acción para líderes empresariales
“Client Trends 2025” no solo diagnostica un mundo cada vez más interconectado y cambiante, sino que invita a las organizaciones a tomar decisiones informadas y avanzar hacia una gestión integral del riesgo, apoyada en el análisis, la tecnología y el enfoque humano.
Para Aon, el futuro pertenece a las empresas que sepan adaptarse con agilidad, invertir en resiliencia y poner a las personas en el centro de sus estrategias.